Mayordomía del cuerpo significa que tenemos que administrar todas las áreas de nuestro cuerpo tanto la espiritual, mental y físico. En esta ocasión le estaré hablando sobre el aspecto físico. Hay muchos pasajes que hablan acerca de la mayordomía del cuerpo, pero voy a utilizar como base bíblica 1 Corintios 6:19: “¿O ignorais que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros? De este pasaje podemos deducir que tan pronto damos el paso de fe (confesamos nuestros pecados y aceptamos a Jesucristo como nuestro Salvador) Dios nos sella con su Espíritu Santo y ya nuestro cuerpo pasa a ser de Él. Por lo tanto, ahora nuestro cuerpo es prestado y como tal lo tenemos que cuidar porque Él nos pedirá cuenta de lo que hicimos.
Cuando algo ha sido dado en préstamo, se espera del prestatario un buen uso de lo prestado. Esto tiene implicaciones muy claras y prácticas acerca de cómo estamos tratando nuestro cuerpo y lo que se espera de nosotros en esta área. Para cuidarlo tenemos que:
1. Llevar a cabo un régimen adecuado de alimentación.
Pero antes de presentarle lo que debemos de comer, les traigo un tema que Dios puso en mi corazón, gula.
a. En el Diccionario secular gula es la tendencia que tiene una persona a comer y beber en exceso, incluso sin tener hambre.
b. En el diccionario de la Real Academia Española gula es el exceso en la comida o bebida y apetito desordenado de comer y beber. Se identifica con la glotonería- el consumo excesivo de comida y bebida.
c. En el diccionario Bíblico nos define glotón como la persona que habitualmente come con voracidad y avidez. “La glotonería produce somnolencia, conduce a la pereza y finalmente a la pobreza (Proverbios 23:21).”
La glotonería es un pecado que la mayoría de nosotros ha cometido y comete, pero que pocos de nosotros mencionamos a pesar de ser uno de los pecados más grandes entre los cristianos. Aunque no existe ninguna ley que prohíba la glotonería, las Sagradas Escrituras hablan fuertemente en su contra:
Antiguo Testamento
Ø Proverbios 28:7
Ø Proverbios 23:1-2
Ø Proverbios 23:20-21
Nuevo Testamento
Ø Romanos 13:13
Ø Lucas 21:34
Por los excesos en la comida se puede padecer de muchas enfermedades crónicas como: problemas cardiovasculares, DM, entre otras.
¿Cuál es el consejo de Dios para los golosos?
Ø Proverbios 25:16- “¿Hallaste miel? Come lo que te basta, no sea que hastiado de ella la vomites.”
La guía que debemos seguir para mejorar nuestros hábitos de alimentación es la recomendación dada por la entidad gubernamental que trabaja la política pública de nutrición en cada país. En Puerto Rico, la Comisión de Alimentos y Nutrición de Puerto Rico estableció en el 2013, Mi Plato para un Puerto Rico Saludable el cual recomienda lo siguiente:
v Cereales y Farináceos: 6 porciones
v Hortalizas y Granos: 2 ½ porciones
v Frutas: 2 porciones
v Leche y sus Derivados: 3 porciones
v Carnes y Sustitutos: 5 porciones
v Tomar agua con las comidas y todo el día
Ejemplo de Menú 1800kcals
Desayuno
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Almuerzo
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Cena
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1 Manzana fresca
pequeña
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3 onzas Biftec Encebollado
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3 onzas Pollo Guisado
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1 taza Avena con
Leche
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1 taza Papa Majada
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½ taza Arroz Blanco
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1 Huevo hervido
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1 taza Lechuga y
Tomate
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½ taza Habichuelas
Colorada
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1 Rebanada de Pan
Integral
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1 pera fresca
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1taza Ensalada Mixta
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6 onzas Café con
leche
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8 onzas Leche
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½ taza Melocotón en
agua enlatado
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6 onzas Yogur con
fruta
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En resumen, todos sabemos los importantes riesgos derivados de una mala alimentación y cómo se aumentan las posibilidades de que enfermemos. No estamos hablando de seguir la dictadura estética de nuestra sociedad y convertirnos todos en anoréxicos vivientes ¡En absoluto! el punto no es la estética sino la salud y el cuidado de nuestro cuerpo. Pablo nos los dice en 3 Juan versículo 2: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma.”
2. Sueño y descanso adecuados. Sin duda, cada cuerpo tiene su ritmo y sus exigencias. El descanso de las actividades regulares de la vida está ordenado por Dios (Génesis 2:2-3), como parte del orden de la creación. No olvidemos que incluso los animales y hasta la misma tierra merecían el descanso y así lo prescribían las leyes levíticas. Debemos de dormir de siete a ocho horas diarias consecutiva. Durante este tiempo de descanso se regenera el Sistema Nervioso e Inmunológico.
3. Actividad Física. La sociedad en la que el apóstol Pablo vivió no era en absoluto sedentaria. A diferencia de la nuestra, la inmensa mayoría, por no decir la totalidad, de los trabajos implicaban y exigían un esfuerzo físico. Contrario a nuestra sociedad que se caracteriza por altos índices de sedentarismo y es de todos conocidos el riesgo para la salud asociado al mismo. Las Guías Dietarias del 2010 recomiendan que se deba llevar a cabo una actividad física por 30 minutos al día en adultos y una hora en niños. Cuando se realiza ejercicio tiene que cumplir con estos tres aspectos: duración (30 minutos para mantener peso y 60-90 minutos para perder peso), frecuencia (todos los días) e intensidad (moderada a intensa).
4. Consumo de sustancias nocivas. Pablo afirma en 1 Corintios 10:23, 6:12, que aunque todo sea lícito, no todo conviene, que aunque todo sea lícito no debemos dejarnos controlar por nada. El punto no es fumar, beber, consumir café, drogas o cualquier otra sustancia. El punto es que cuando algo nos controla y ya no tenemos la capacidad de ejercer libremente nuestra voluntad se convierte en una adicción. Hay adicciones que tienen un vínculo emocional, otras son marcadamente físicas en sus efectos y consecuencias.
En conclusión tenemos que ser buenos mayordomos de nuestro cuerpo porque Dios nos pedirá cuenta de los que hicimos y mejoramos nuestra calidad de vida.
Preparado por: Lcda. M.Y.
Chapman M., MPH
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