Fue dado aviso al rey David, diciendo: Jehová ha bendecido la casa de
Obed-edom y todo lo que tiene, a causa del arca de Dios. Entonces David fue, y
llevó con alegría el arca de Dios de casa de Obed-edom a la ciudad de David. 1a
de Crónicas 15:12. Eran días de tristeza para el pueblo de Israel, el arca de
Dios, había sido robada por los filisteos. Estos abrumados por los tumores y
plagas que los azotaban decidieron devolver el arca, para librarse de todas
estas calamidades, para esto la enviaron utilizando dos bueyes y agregaron una
ofrenda como compensación.
Al enterarse David, de que los filisteos habían devuelto el arca, decidió
ir a buscarla, pero cometió el error de transportarla a la manera que los filisteos
habían determinado, que distaba mucho de la forma correcta en que debía
hacerse. En un momento los bueyes tropiezan y Uzías, queriendo ayudar, tomó el
arca e instantemente cayó muerto. Al ver esto David
se entristeció y dijo no puedo llevar el arca a mi casa por lo cual determinó
que fuera llevada a casa de Obed-edom. La Biblia dice que Dios prosperó su casa
por causa del arca. Obed-edom convirtió su hogar, en un glorioso altar de
adoración”. -Dios quiso morar allí desatando su poder, y prosperidad. El plan
de Dios hoy es prosperar a Su pueblo no solo porque diezma y ofrenda, sino a
través de un camino más excelente, “La Adoración”.
El arca representa la presencia de Dios en nuestras vidas, Obed-edom, pudo
abrir la intimidad de su casa, para que todo fuera transformado por la
presencia de Dios. ¿Cómo estaría esta casa? ¿Cómo sería esa familia?
Seguramente Obed-edom gozaba de un muy buen testimonio, de manera tal que David
lo elige para llevar el arca a su casa. El dejar entrar la presencia de Dios en su hogar, trajo bendición en todas
las áreas a
Obed- edom y su familia. Dios lo bendijo a él y todo lo que tenía.
También lo hizo sacerdote y lo llevó a servirle como portero (guarda del arca)
1 Cro. 15:24. Y como si esto fuera poco, le dio otro ministerio, el de adorarlo
y bendijo a sus hermanos, hijos y descendencia, ya que la Biblia dice que eran
varones valerosos, señores sobre sus casas, esforzados, robustos y fuertes para
el servicio.
Todas estas son las bendiciones que trae, la búsqueda de la presencia de
Dios en nuestras vidas, cuando podemos declarar nuestra casa como un hogar de
adoración.
¿Tienes hambre por su presencia? ¿anhelas cada día pasar tiempo con él? Recuerda
que si lo buscas a Él en primer lugar, todo lo demás vendrá por añadidura.
Invita a la presencia de Dios a morar en tu casa.
Daniel Zangaro
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