No descubro nada al decir que uno de los peores males
que aqueja a nuestro mundo actual es la falta de empleo. Pega duro, lastima la
dignidad, frena el desarrollo normal y natural del ser humano, y altera la
familia.
Si usted perdió su empleo, lo primero que debe hacer es conservar el buen ánimo, la confianza y el entusiasmo. ¡La confianza y el entusiasmo son la clave para volver a conseguir trabajo!
Si usted perdió su empleo, lo primero que debe hacer es conservar el buen ánimo, la confianza y el entusiasmo. ¡La confianza y el entusiasmo son la clave para volver a conseguir trabajo!
He aquí ocho sugerencias prácticas que podrán ayudarle
en el proceso de convertir su búsqueda laboral en un nuevo empleo:
1.- Evalúe su situación económica. Haga un nuevo presupuesto que sea realista. No trate de seguir viviendo con el estándar de vida que tenía cuando trabajaba. Notifique su desempleo a todos sus acreedores para que puedan contemplar su nueva situación.
2.- Prepárese para soportar al menos unos meses sin trabajo. No se desespere, ese trago amargo pasará. Es fundamental mantener la calma, esto le permitirá pensar y actuar con seguridad. Recuerde que durante ese período usted debe producir ideas, oportunidades, etc.
3.- Convierta su búsqueda de empleo en un trabajo. Algunos me dicen: -“Pastor Kassabián, no me viene ningún trabajo”. Yo les respondo: -“Será muy difícil que el trabajo le golpee la puerta de su casa. ¡El trabajo no “viene”! ¡Usted debe buscarlo!” Fíjese metas y objetivos. No se limite a buscar trabajos ya establecidos. ¡Sea creativo! Tome lápiz y papel y escriba todas las cosas que usted sabe hacer, aunque no tengan nada que ver con su profesión, vocación o trabajo anterior. Escriba las que podría aprender a hacer. Luego, analice cada una y vea qué podría hacer para desarrollarlas. ¡No deseche ninguna de sus habilidades!
4.- Salga de su casa. Mantenga la rutina de levantarse temprano y salir a buscar trabajo. No cometa el error de quedarse en casa durmiendo mientras su cónyuge va a trabajar. No se quede sentado delante del televisor. Haga saberles a los demás que usted está buscando un empleo. Si sus amigos y conocidos no están en condiciones de ofrecerle un puesto, pídales ideas o que lo pongan en contacto con otros que lo podrían ayudar. No tenga vergüenza de preguntar, pedir, hablar acerca de su necesidad de trabajar.
5.- Recorra lugares. Vaya a entrevistas. Hágalo con gracia, simpatía y buena presencia. No rechace ninguna oportunidad de antemano. No se desvalorice pensando que usted no podrá hacerlo.
6.- Considere la posibilidad de cambiar de rubro de trabajo. Aproveche el tiempo investigando sobre aquellos campos con futuro. Si es posible haga cursos de capacitación, computación, inglés, etc.
7.- Considere la posibilidad de trasladarse a otra ciudad si hubiere una propuesta laboral segura.
8.- Pero por sobre todas las cosas, confíe en Dios. La Biblia nos enseña que Dios sabe que tenemos necesidad de todas estas cosas (comer, beber, vestir) y nos anima a buscar primeramente a Dios y su justicia, y todas estas cosas serán añadidas. ¡Búsquelo de corazón! Permita que Dios intervenga en su historia. Deje que Jesús llene de paz y fortaleza su vida. ¡Con Jesús cada día es mejor que anterior!
¡Vivamos una vida al 100%!
Rubén Kassabián es Pastor de la Iglesia Jesús 100% Vida en Buenos Aires. Mayor información en http://www.jesus100x100vida.org
1.- Evalúe su situación económica. Haga un nuevo presupuesto que sea realista. No trate de seguir viviendo con el estándar de vida que tenía cuando trabajaba. Notifique su desempleo a todos sus acreedores para que puedan contemplar su nueva situación.
2.- Prepárese para soportar al menos unos meses sin trabajo. No se desespere, ese trago amargo pasará. Es fundamental mantener la calma, esto le permitirá pensar y actuar con seguridad. Recuerde que durante ese período usted debe producir ideas, oportunidades, etc.
3.- Convierta su búsqueda de empleo en un trabajo. Algunos me dicen: -“Pastor Kassabián, no me viene ningún trabajo”. Yo les respondo: -“Será muy difícil que el trabajo le golpee la puerta de su casa. ¡El trabajo no “viene”! ¡Usted debe buscarlo!” Fíjese metas y objetivos. No se limite a buscar trabajos ya establecidos. ¡Sea creativo! Tome lápiz y papel y escriba todas las cosas que usted sabe hacer, aunque no tengan nada que ver con su profesión, vocación o trabajo anterior. Escriba las que podría aprender a hacer. Luego, analice cada una y vea qué podría hacer para desarrollarlas. ¡No deseche ninguna de sus habilidades!
4.- Salga de su casa. Mantenga la rutina de levantarse temprano y salir a buscar trabajo. No cometa el error de quedarse en casa durmiendo mientras su cónyuge va a trabajar. No se quede sentado delante del televisor. Haga saberles a los demás que usted está buscando un empleo. Si sus amigos y conocidos no están en condiciones de ofrecerle un puesto, pídales ideas o que lo pongan en contacto con otros que lo podrían ayudar. No tenga vergüenza de preguntar, pedir, hablar acerca de su necesidad de trabajar.
5.- Recorra lugares. Vaya a entrevistas. Hágalo con gracia, simpatía y buena presencia. No rechace ninguna oportunidad de antemano. No se desvalorice pensando que usted no podrá hacerlo.
6.- Considere la posibilidad de cambiar de rubro de trabajo. Aproveche el tiempo investigando sobre aquellos campos con futuro. Si es posible haga cursos de capacitación, computación, inglés, etc.
7.- Considere la posibilidad de trasladarse a otra ciudad si hubiere una propuesta laboral segura.
8.- Pero por sobre todas las cosas, confíe en Dios. La Biblia nos enseña que Dios sabe que tenemos necesidad de todas estas cosas (comer, beber, vestir) y nos anima a buscar primeramente a Dios y su justicia, y todas estas cosas serán añadidas. ¡Búsquelo de corazón! Permita que Dios intervenga en su historia. Deje que Jesús llene de paz y fortaleza su vida. ¡Con Jesús cada día es mejor que anterior!
¡Vivamos una vida al 100%!
Rubén Kassabián es Pastor de la Iglesia Jesús 100% Vida en Buenos Aires. Mayor información en http://www.jesus100x100vida.org
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