Nick Vujicic nació el 4 de diciembre de 1982, sus padres se quedaron sin fuerzas al comprobar que su primogénito nació sin extremidades. No hay una razón médica del porqué Nick había nacido sin extremidades. Ahora tiene un hermano y una hermana perfectamente como cualquier bebé.
La ley de su país, no permitía que se integrara en una escuela común debido a su incapacidad. Su madre peleó con todas sus fuerzas para que esa Ley fuera cambiada. Nick, fue uno de los primeros estudiantes discapacitados, que fue integrado en las escuelas comunes. Al principio tuvo que soportar las burlas del resto de los niños, quienes lo veían como algo diferente, como algo raro. En muchas ocasiones estuvo a punto de tirar la toalla y dejar el colegio, no tenía ganas ni de verse. Pero con la ayuda de sus padres, empezó a luchar y a intentar realizar cosas, practicando continuamente, día a día, para conseguir la manera de valerse por sí solo al mismo tiempo que ignoraba a quienes lo maltrataban, intentando ganarse la confianza de todos. Les intentaba enseñar que aunque por fuera eran distintos, por dentro eran completamente iguales. Y con el tiempo sus compañeros, se fueron dando cuenta de su error, aceptándolo. Por lo que Nick, iba haciendo con el paso del tiempo, nuevos
amigos.
Tras muchos altibajos emocionales, que en muchas ocasiones lo llevaron a una profunda depresión y momentos de soledad, Nick salió adelante, ya no se compadeció de sí mismo y a los 24 años terminó sus estudios de Comercio, Planificación Financiera y Contabilidad.
Actualmente imparte conferencias sobre motivación personal, compartiendo su historia y testimonios, allí donde puede o le llaman. En especial, anima y fortalece a estudiantes, sobre los tópicos que les afectan hoy en día.
Nick es autor del best-seller “Una vida sin límites” y dice que sufrió de la depresión como un niño, pero después de algunos años comprendió su condición y con una fe ejemplar en Dios, comenzó a reírse de su propia discapacidad.
Las tareas simples de la vida cotidiana han sido superadas uno por uno, incluyendo la escritura, escribir, tocar instrumentos musicales e incluso cepillarse los dientes y usar el baño solo.
El 2012 se casó con una preciosa mujer Mexicana y el 2013 tuvo su primer hijo.
Leyendo esta historia tan impresionante, me puse a pensar que he oído a muchas personas sin ninguna discapacidad que me decían: no valgo nada, no sirvo para nada, naci estrellado, soy una basura, y muchas palabras más que no valen la pena decirlas.
Pero te pregunto a ti, que te sientes así ¿por qué insultas la creación de Dios al decir que no vales nada?
Dios no te ha hecho inútil, todo lo que Dios ha hecho es bueno.
Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera.... Génesis 1:31
Dios te ha creado con un propósito, no importando si eres, blanco, moreno, negrito, ciego, sordo, lento, gordo, flaco; Dios quiere que tú primero te aceptes a ti mismo, porque ¡SI, vales mucho!, porque tú eres la joya más preciada de Dios, por eso Dios nos creó a su imagen y semejanza, (Génesis 1:26-28)
Así que mírate al espejo y no mires tu rostro mira la imagen de Dios en tu vida. Solo tú puedes salir adelante o tu mismo puedes hundirte. Es tu decisión.
Lourdes Villarroel
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La ley de su país, no permitía que se integrara en una escuela común debido a su incapacidad. Su madre peleó con todas sus fuerzas para que esa Ley fuera cambiada. Nick, fue uno de los primeros estudiantes discapacitados, que fue integrado en las escuelas comunes. Al principio tuvo que soportar las burlas del resto de los niños, quienes lo veían como algo diferente, como algo raro. En muchas ocasiones estuvo a punto de tirar la toalla y dejar el colegio, no tenía ganas ni de verse. Pero con la ayuda de sus padres, empezó a luchar y a intentar realizar cosas, practicando continuamente, día a día, para conseguir la manera de valerse por sí solo al mismo tiempo que ignoraba a quienes lo maltrataban, intentando ganarse la confianza de todos. Les intentaba enseñar que aunque por fuera eran distintos, por dentro eran completamente iguales. Y con el tiempo sus compañeros, se fueron dando cuenta de su error, aceptándolo. Por lo que Nick, iba haciendo con el paso del tiempo, nuevos
amigos.
Tras muchos altibajos emocionales, que en muchas ocasiones lo llevaron a una profunda depresión y momentos de soledad, Nick salió adelante, ya no se compadeció de sí mismo y a los 24 años terminó sus estudios de Comercio, Planificación Financiera y Contabilidad.
Actualmente imparte conferencias sobre motivación personal, compartiendo su historia y testimonios, allí donde puede o le llaman. En especial, anima y fortalece a estudiantes, sobre los tópicos que les afectan hoy en día.
Nick es autor del best-seller “Una vida sin límites” y dice que sufrió de la depresión como un niño, pero después de algunos años comprendió su condición y con una fe ejemplar en Dios, comenzó a reírse de su propia discapacidad.
Las tareas simples de la vida cotidiana han sido superadas uno por uno, incluyendo la escritura, escribir, tocar instrumentos musicales e incluso cepillarse los dientes y usar el baño solo.
El 2012 se casó con una preciosa mujer Mexicana y el 2013 tuvo su primer hijo.
Leyendo esta historia tan impresionante, me puse a pensar que he oído a muchas personas sin ninguna discapacidad que me decían: no valgo nada, no sirvo para nada, naci estrellado, soy una basura, y muchas palabras más que no valen la pena decirlas.
Pero te pregunto a ti, que te sientes así ¿por qué insultas la creación de Dios al decir que no vales nada?
Dios no te ha hecho inútil, todo lo que Dios ha hecho es bueno.
Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera.... Génesis 1:31
Dios te ha creado con un propósito, no importando si eres, blanco, moreno, negrito, ciego, sordo, lento, gordo, flaco; Dios quiere que tú primero te aceptes a ti mismo, porque ¡SI, vales mucho!, porque tú eres la joya más preciada de Dios, por eso Dios nos creó a su imagen y semejanza, (Génesis 1:26-28)
Así que mírate al espejo y no mires tu rostro mira la imagen de Dios en tu vida. Solo tú puedes salir adelante o tu mismo puedes hundirte. Es tu decisión.
Lourdes Villarroel
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